Sunday, August 13, 2006

EL DISENSO COMO BASE DE LA CONSTRUCCIÓN DEL CONSENSO

Este el documento que aportó Facundo Pereyra para el debate en el IV Congreso de Trabajadores de Prensa de Tucumán.


El disenso es un derecho que, por muchas razones y por mucho tiempo, los argentinos dejamos de ejercer. La dinámica propia del debate quedó excluída de muchos espacios por los garrotes de la dictadura, primero, y por el intento de imposición de un discurso único que se instaló después. Para quienes intentan recuperar esos lugares y esas prácticas no resulta fácil hacerlo cuando los canales naturales se llenan de obstáculos que muchas veces surgen desde donde deberían aparecer las guías para salir del pozo.
Los trabajadores de prensa, desde distintos lugares y en diferentes momentos, hemos planteado la necesidad de discutir al respecto y de profundizar en el derecho de los pueblos a estar informados.
Instalar esa pelea, al menos hasta ahora, resultó a medias. Es por ello que representantes de multimedios, de fundaciones y de ONG tomaron ese espacio vacío, y reparten algunas migajas a quienes padecen la falta de posibilidades de disentir.
Tal es el caso de la APT, nuestro gremio, que quedó relegada en el debate. La consecutiva falta de acciones concretas y eficaces en defensa de la libertad de expresión es, posiblemente, una de las razones por las que nuestra institución perdió el protagonismo. Se trata de un portagonismo natural que tuvo y debería mantener, por su condición de institución gremial específica
Hoy, nos amparamos en el derecho a disentir para pedir un debate horizontal y transparente, de igual a igual, y con las mismas posibilidades de disentir que estos personajes pregonan ahora.
La APT debe recuperar el protagonismo perdido. Deben lazarse campañas públicas de difusión de la problemática de la censura, el control de los medios a través de la publicidad oficial, la precariedad laboral -consentida por los estamentos del Estado que deben combatirla-, la falta de respeto de las empresas a la ley y a los trabajadores y los problemas que enfrenta la sociedad en general.
Son debates que no pueden plantearse desde un solo lugar y con un único discurso. Hay muchas organziaciones preocupadas por estos mismos problemas, y muchas las voces que pueden alzarse en busca del consenso necesario para torcer esta realidad. Sólo hay que buscar la articulación que permita avanzar para recuperar el rol perdido por nuestro gremio, y la dignidad de los trabajadores de prensa en general.
Para todo ello es necesario, primero, abrir el juego puertas adentro, aceptar y tolerar el disenso y buscar salidas conjuntas.
Disentir significa pensar diferente y decirlo, plantearlo y discutirlo. Es la base sobre que la debe asentarse una organización político-gremial plural y democrática; es la única manera de llegar a conclusiones que sirvan para dejar de retroceder y empezar a avanzar hacia el bienestar común, y para lograr “una comunicación al servicio del cambio social”, como se tituló el III Congreso de la APT.
Es por eso que reivindicamos las diferencias y propones avanzar a partir de ellas y de los acuerdos que puedan entablarce, tanto hacia adentro como hacia afuera del gremio al que pertenecemos.

CUANDO EL DISENSO ES CONSENSO QUE NO SE APLICA
El III Congreso de Trabajadores de Prensa, realizado en 2004, resolvió una serie de cuestiones que compartimos desde varios puntos de vista. Pero quedaron en el papel, pasaron dos años y parecen haber terminado en el cajón del olvido.
A saber:
- “Realizar actividades de capacitación gremial para la formación de nuevos dirigentes”. (Se hizo solo un curso, en horario laboral, en julio pasado).
- “Promover la reforma del Estatuto de la APT para la creación de las delegaciones del interior de la provincia y la realización de congresos vinculantes”. A esta propuesta habría que agregarle la posibilidad de participación de las minorías en la conducción; el establecimiento de pautas claras sobre afiliación, pertenencia y participación en la actividad gremial -sin restringir ni aislar o segregar, pero sí generando ciertas obligaciones para el cumplimiento de los derechos respectivos-; etc.)
- “Realizar un documento semanal que refleje las conclusiones de las reuniones de la Comisión Directiva de la APT”. (Se hizo una sola vez en dos años).
- “Concretar una reunión mensual de los delegados de toda la provincia”. (No se concretó, a pesar del pedido formal de delegados de La Gaceta y de la CTP, violando así el Estatuto de la APT).
- “Reclamar que ningún trabajador de prensa cobre por debajo de la línea de pobreza establecida por el propio INDEC. (...) Para alcanzar este objetivo, se deberán realizar campañas públicas a escala nacional, con la exposición de la situación”. (Sin acciones concretas).
- “Intimar al Poder Judicial de Tucumán la profundización y resolución de las causas iniciadas por agresiones a periodistas”. (Sin acciones concretas).
- “Exigir a la Universidad Nacional de Tucumán, a Radio Nacional y a las oficinas públicas y privadas vinculadas con la profesión el reconocimiento de los trabajadores de prensa dentro del régimen legal específico”. (Se logró en Radio Nacional, en 2004, en el marco de gestiones a escala nacional con la Fetracom antre el Ministerio de Trabajo de la Nación).
- “Impulsar el debate de una ley antimonopolio en el ámbito de los medios de comunicación para democratizar la información y evitar la manipulación informativa”. (Sin acciones concretas).
- “Cuestionar los métodos autoritarios de los Gobiernos para silenciar las voces críticas al discurso oficial. En particular, cuestionar las presiones de José Alperovich para que se reemplace a ciertos periodistas de las coberturas; el manejo de la torta publicitaria como eje de la política de premios y castigos (...)”.(Acciones sin respuesta).
- “Instar al Estado y a las empresas particulares a cumplir con los aportes a las obras sociales en tiempo y forma, para garantizar la cobertura solidaria de la salud”. (Sin acciones concretas).
# Estas son sólo algunas de las conclusiones a las que llegó aquel congreso, y aunque hay algunas que sí se cumplieron, la regla general parace ser la del olvido. Por ello, recomendamos la relectura de esas resoluciones, que aunque no tienen carácter de resolutivas, deben servir como guía de la acción política de la APT.
Es por ello, que le solicitamos a este congreso la ratificación de los ítems mencionados, y un pedido formal a las autoridades de la APT para que cumplan con lo que las bases le solicitaron hace dos años, y hoy vuelven a reclamarlo.

ALGUNAS HERRAMIENTAS PARA EL CAMBIO
- Rechazamos la continuidad del Programa de Asistencia Solidaria (PAS), que solo tiende a paliar una situación de la que los trabajadores precarizados y la obra social no son responsables. Este plan debe mantenerse sólo hasta que esta situación se revierta, pero para ello debe haber una acción gremial directa y contundente que termine con el trabajo en negro en los medios de prensa de la provincia. Debe ser la APT la que encare esta lucha, sin cuartel ni posibles cabildeos.
Esta es una responsabilidad de nuestro gremio que no puede seguir siendo soslayada. Desde la explosión del trabajo en negro en la provincia no se logró la incorporación de ningún compañero a la planta estable de una empresa, con excepción de algunos casos aislados en los que las empresas tomaron esa decisión por razones ajenas a la lucha gremial (LV 12, El Periódico, que tienen que ver más con su posicionamiento frente o junto al gobierno que con un deseo de cumplir con la ley o una imposición gremial).
De continuar con el PAS, la APT solo estaría facilitándole las cosas a esos inescrupulosos empresarios, y negándole a los trabajadores la llegada a la legalidad y al bienestar.
- Debe dársele continuidad a los planteos legales y administrativos sobre el chocque claro e irreconciliable entre la Ley de Pasantías y nuestro Estatuto del Periodista Profesional (Ley 12.908).
- Creemos que es necesario imponer a nivel social el debate sobre la necesidad de la sanción de una ley provincial de Acceso a la Información Pública, tal como se hizo hace tres años, cuando se leaboró un proyecto que llegó a ser analizado en Comision por la Legislatura, pero que ya quedó olvidado por los parlamentarios, y aparentemente también por muchos dirigentes. Este debe ser, además, un debate planteado puertas afuera de la APT, para que la sociedad se comprometa abiertamente con una ley que la beneficiará en su conjunto.
- Las herramientas propias de comunicación (primerafuente y Bajando Teclas) no pueden ser órganos del oficialismo del gremio, sin lugar para quienes piensan distinto (la Corriente solicitó formalmente que se incorpore el link del blog en la página gremial, pero no hubo respuestas). Tampoco pueden ser la tribuna de algunos sectores políticos, más allá de que pueda haber coincidencias con esos grupos.
Tal como lo establecía el proyecto original de primerafuente, el portal debe ser conducido por un grupo de compañeros dirigentes de la APT, para garantizar la pluralidad y la transparencia de lo que se informa.
- La comunicación sobre las deciciones a tomar por las autoridades del gremio y de la obra social deben ser públicas, para darle a los afiliados la oportunidad de participar. Es el caso de las inversiones financieras que se realizan, para las cuales ni siquiera se consultó a los directivos de gremio, profundizando así la división entre el gremio de los trabajadores de prensa y la “empresa” obra social.
- Muchas de estas propuestas podrían tener el acompañamiento fuerte y decidido de las bases, que se expresan a través de sus delegados y comisiones internas en cada empresa. Por ello es crucial que la APT convoque al Cuerpo de Delegados y que este órgano actúe dentro de los parámetros establecidos por el Estatuto en todas las tareas y luchas que sean necesarias.

NUEVOS ESPACIOS PARA LA CONSTRUCCION
La no aplicación de estas resoluciones obligó a muchos compañeros a alejarse del gremio o a buscar nuevos rumbos, y es así que trabajadores de distintos medios y de diferentes orígenes, iniciamos la construcción de un nuevo espacio democrático de discusión y un puesto de lucha en contra de las injusticias que padecemos los trabajadores de prensa en general: la Corriente de Trabajadores de Prensa.
La CTP se creó como una necesidad de un grupo, que fue ampliándose y continúa creciendo, ante la falta de espacios y condiciones para el debate. Está claro que como agrupación interna de la APT, el objetivo final es el de la recuperación del gremio para los trabajadores. Esto no implica, de ninguna manera, crear un sindicato paralelo, ni arrogarse atribuciones y obligaciones de la Comisión Directiva, como tampoco la concresión de una especie de golpe de estado, tal como muchos se encargan de decir para intentar restarle fuerza al disenso que hoy planteamos frontal y abiertamente.
Como afiliados y militantes, consideramos que el ciclo político de la actual conducción está terminado. Es importante destacar los logros financieros y de posicionamiento social alcanzados en los últimos años, pero estamos convencidos de que la consuetudinaria incapacidad para resolver problemas estructurales de nuestro sector (precariedad, bajos salarios, censura, abusos de poder, etc.) hace de esta una conducción sindical imposibilitada para avanzar en los rubros adeudados. Lo más grave, es que esa deuda es con los más desprotegidos de nuestro ramo.
Por eso, estimamos conveniente que se produzca una renovación dirigencial que atienda a estas y otras necesidades de nuestro gremio. Nos plantamos hoy como una de las posibles alternativas, y por eso estamos trabajando desde hace más de un año en la formación de un espacio amplio y plural en el que los objetivos a corto y mediano plazo surgen del cosenso y no de la imposición unipersonal de una casta dirigente.
Quienes hoy participamos en este congreso tenemos la responsabilidad de impedir que el debate y las conclusiones a que se arriben queden en vía muerta, como ocurrió con el anterior encuentro. Es un espacio de debate que debe ser aprovechado por todos los afiliados de la APT para que nuestro sindicato adquiera de una vez por todas el carácter democrático, plural y abierto que se requiere para dirigir los cambios que terminen con las penurias de los trabajadores.
Quienes promocionan la supuesta intencionalidad destructiva o sectaria del grupo que integramos saben que no son esas las razones por las que se formó la Corriente, y que tampoco son los objetivos que nos mueven. Dicen eso para asustar, porque no tienen mucho más que decir.
Muestra de ello es que en la línea política de nuestra agrupación no figuran las agresiones ni las acusaciones infundadas, cosa que varios de los dirigentes que integran la agrupación Participación y Solidaridad (oficialista) agredieron verbalmente a compañeros de la Corriente con insultos y acusaciones sin ningún fundamento más que la intención de descalificar. A esos ataques respondimos con propuestas, nunca con la misma moneda.
Somos parte de esta construcción, somos parte de la APT, y también debemos responsabilizarnos por los errores o desvíos que notamos y remarcamos.
Somos parte, sobre todo, porque tenemos conciencia sobre la necesidad de la organización y la unidad para afrontar ls problemas de los trabajadores de prensa, y a los causantes de esta situación: las políticas económicas y laborales y a las patronales que tienen como única prioridad la acumulación de capitales descuidando y castigando a nuestros compañeros.

Facundo Pereyra
Afiliado de la APT Nº 906
Delegado de la Redacción de La Gaceta
Integrante de la Corriente de Trabajadores de Prensa

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